Forever

 

El amor no tiene edad, sexo, ni condición. Nuestras almas no se encuentran por casualidad, cada persona aparece en tu vida por alguna razón.  Y en mi vida, sé que sin vosotras Mis Especiales y Queridísimas Amigas yo no seria la que soy hoy. Gracias de todo corazón por estar en mi vida.

 

«Una persona es persona gracias a los demás.» (Proverbio Africano)

 

 

Agradezco a la vida el haberos puesto en mi camino. Mis queridas y locas amigas. Mis incondicionales. Algunas os tengo desde que nací. Soy muy afortunada. A otras os he ido añadiendo como grandiosos tesoros a mi corazón. No sabíamos qué nos depararía la vida. Todo eran locuras, risas, fiestas y noches que se nos hacían cortas, colegio y gamberradas, bata, comedor y túneles secretos, insomnios y falta de horas de sueño, trabajo y ojeras, bailes, compartir piso y una gata llamada Titi, chicos, playas, vestir de negro, conseguir tener tres semanas un descapotable, intercambio de ropa y pintalabios, camping y playas, semanadas bajas-trabajos cutres, robo de copas nocturnas, escapadas de fines de semana, Bowie y Golpes Bajos, pongos y invisibles, grandes disertaciones sobre la vida, muchas disertaciones, sueños y alegría. Mucha alegría. Muchos sueños. Deseos. Deseos del alma. Ahora ya estamos en ese futuro soñado y deseado. Seguimos soñando. Seguimos sintiendo. Seguimos  con la misma alegría y con la misma sonrisa. Más arrugas, más guapas por dentro y por fuera. Más maduras o quizás no. Con nuevos sueños y deseos. Han pasado ya muchísimos años, hemos perdido la cuenta y por eso os considero parte de mi. Mías. Si, sois mías y yo vuestra. Un mismo destino. Muchos caminos. Me conoceis, me manteneis firme cuando flaqueo, me escucháis y animáis, puedo llorar y reír. No hace falta ni hablar. Nuestras miradas lo saben. Nuestras almas lo saben. Nuestros planes están dispersos por el universo. Algunos cumplidos, otros olvidados y seguimos riendo. Risas y mucha alergia. Sois parte de mi arco iris. Y estoy convencida que cuando tenga 80 seguiremos aquí, con nuestra copa de vino, disertando y riéndonos con la vida. Gracias. Gracias a cada una de vosotras.

Haciendo un «remember when…» empiezo este año con esta canción, que hace que con su ritmo me apetezca no parar de bailar. Escucháis 1995 de Molly Nilsson.