Reconocimiento, Escucha y Fuga de talento

¿Qué le sucede a una empresa cuando sus personas no reman a una? ¿Qué le sucede cuando sus equipos se sienten desconectados? ¿Qué le pasa a un equipo/empresa cuando una de sus personas no se siente reconocida y decide abandonar?

Las causas más comunes de abandono de puestos de trabajos se dan por la baja calidad de sus líderes, por el tóxico ambiente laboral o por la falta de reconocimiento de sus personas (y no me refiero únicamente al reconocimiento económico, que también influye y mucho).

Todas las organizaciones están compuestas por personas y todas somos únicas y diferentes. Cada una de nosotras percibimos la vida en base a nuestra educación, entornos y experiencias vividas. La ética, la moral y la integridad son definidas de diferentes formas y con múltiples matices. Si además añades que no todos tenemos las mismas motivaciones, ni deseos de pertenencia hace que en el seno de una organización cohesionar personas y equipos para que remen a una, a veces se convierte en una odisea.

Uno de las problemáticas actuales a las que están expuestas las empresas por la situación vivida es el cambio de valores personales. La búsqueda de un trato mejor, un reconocimiento mayor o posibilidades de desarrollo y crecimiento personal hacen que personas con un alto potencial abandonen sus puestos de trabajo en busca de otro más acorde a su continua transformación interior.

Actualmente la mayor parte de organizaciones están sujetas a cambios y transformaciones. Una empresa puede hacer grandes pasos tecnológicos para crecer, pero si no valora, si no reconoce y “ve” a sus personas, si no apuesta por ellas y más a las talentosas, su rendimiento se resiente por su huida. En esta nueva época post-covid el bienestar organizacional y el crecimiento personal han tomado una relevancia sin precedentes. Las personas han de crecer a la par que lo hace la tecnología y la organización.

Lo que viven las personas dentro de las organizaciones, lo que reciben, sus experiencias, sus interacciones y emociones es lo que crea un sistema cohesionado y atractivo. Cuando sienten que pueden desarrollar su mejor versión, cuando sienten que la empresa las valora/reconoce, cuando se sienten escuchadas se crea un entorno de bienestar, las personas se sienten motivadas y en definitiva encuentran la tan preciada felicidad laboral. Una persona feliz y reconocida en el trabajo difícilmente buscará otra opción.

Las empresas que ofrecen desarrollo y crecimiento personal, que ponen herramientas y recursos para que las personas desarrollen su máximo potencial, son factores que se tienen en cuenta a la hora de apostar por un nuevo puesto laboral. La felicidad laboral si existe. Y es parte de las responsabilidades de los líderes el saber generarla e impulsarla.

Y hablo de líderes refiriéndome a aquellas personas que son capaces de potenciar y motivar, de escuchar, de reconocer independientemente del escalón que ocupen dentro del organigrama. El reconocimiento, impulsar la conexión, la confianza en los equipos, al igual que expresar la gratitud son valores que distinguen a los buenos líderes.

Un buen líder crece haciendo crecer a los de su alrededor. Un buen líder fomenta un clima laboral donde se respira el respeto (no falsa armonía). Un buen líder practica la escucha, fomenta la aportación de ideas, trabaja desde valores como coherencia, claridad y transparencia. Un buen líder apuesta por el desarrollo de sus equipos. No solo informa, sino que también comunica. El resultado que obtendrá es compromiso y co-responsabilidad de sus personas y equipos en un ambiente distendido y de máximo rendimiento.

Un líder (no jefe) consigue que los equipos sean más eficientes y más rápidos manteniendo una alineación hacia los objetivos sin que sus personas y talentos se caigan por el camino. Y esto se logra invirtiendo en ellos. Invertir en desarrollo tecnológico y no en las personas es un error. Equilibrio. Es necesario equilibrar la inversión en los diferentes recursos. Desarrollar habilidades y competencias en las personas y equipos marcará la diferencia ante los cambios y transformaciones que afronte la organización.

El coaching ejecutivo es una de las herramientas que fomenta la efectividad individual y de equipos en beneficio del desempeño organizacional. Ayuda a líderes, equipos y personas a lograr grandes resultados. ¿Lo has probado? Si quieres descubrir quiénes somos, qué hacemos y cómo lo hacemos explora www.withoutfilters.es y pídenos información sin compromiso.

 

 

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